La pizza es una comida bastante tradicional en nuestro país, pero lo que muchas veces pasamos por alto es la cantidad de variedades de pizzas distintas que existen. En esta oportunidad, vamos a preparar una exquisita pizza de con cobertura de chocolate, frutillas y bananas. ¿Te animas a prepararla? Vamos allá.
Preparar la masa de la pizza
La masa es la tradicional, la que preparamos para la tradicional pizza con cobertura o relleno de salsa de tomate, y queso.
Ingredientes:
- 2 1/4 tazas de harina de trigo (aproximadamente 280-300 g)
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de levadura seca activa
- 3/4 taza de agua tibia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Instrucciones para la preparación de la masa:
En un tazón o bowl grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal. En otro recipiente pequeño, disuelve la levadura en el agua tibia. Deja reposar durante unos minutos hasta que la levadura comience a activarse y se vuelva espumosa.
Agrega la mezcla de levadura activada y el aceite de oliva a los ingredientes secos en el tazón grande. Mezcla bien los ingredientes hasta formar una masa pegajosa. Transfiere la masa a una superficie de trabajo ligeramente enharinada y amasa durante unos 5-7 minutos, o hasta que la masa esté suave y elástica. Agrega un poco más de harina si la masa está muy pegajosa.
Forma la masa en una bola y colócala en un tazón ligeramente engrasado. Cubre el tazón con un paño limpio y deja que la masa repose y leve en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño. Después del tiempo de levado, divide la masa en porciones según el tamaño y grosor deseado para tus pizzas individuales.
Estira cada porción de masa en una forma redonda o rectangular, según tus preferencias. Coloca la masa estirada en una bandeja para hornear o en una piedra para pizza ligeramente enharinada. Agrega tus ingredientes favoritos y hornea la pizza en un horno precalentado a 220°C (425°F) durante aproximadamente 12-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente y el queso esté derretido y burbujeante.
Para la cobertura:
- 150 g de chocolate negro o con leche, picado
- 2 bananas, cortadas en rodajas
- 150 g de frutillas, cortadas en rodajas
- 2 cucharadas de azúcar en polvo (opcional)
- 2 cucharadas de almendras laminadas (opcional, para decorar)
- 2 cucharadas de aceite de coco (opcional, para dar brillo a las frutillas)
Instrucciones para preparar la cobertura de la pizza:
Precalienta tu horno a 220°C (425°F). En una superficie enharinada, extiende la bola de masa de pizza con un rodillo hasta obtener el tamaño y grosor deseado para tu pizza. Puedes darle forma redonda o rectangular según tu preferencia. Transfiere la masa de pizza a una bandeja para hornear o a una piedra para pizza.
Derrite el chocolate en un recipiente resistente al calor, ya sea en el microondas o a baño María, hasta que esté suave y derretido. Extiende el chocolate derretido sobre la masa de pizza de manera uniforme, dejando un borde alrededor.
Distribuye las rodajas de banana y frutilla sobre el chocolate. Opcionalmente, espolvorea un poco de azúcar en polvo sobre las frutas para darles un poco de dulzura adicional.
Hornea la pizza en el horno precalentado durante aproximadamente 12-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente. Mientras la pizza está en el horno, opcionalmente, puedes tostar las almendras laminadas en una sartén seca a fuego medio hasta que estén ligeramente doradas.
Una vez que la pizza esté lista, retírala del horno y deja que se enfríe ligeramente. Si deseas darle brillo a las frutillas, calienta el aceite de coco en el microondas o en una sartén pequeña y luego pincela suavemente sobre las frutillas. Espolvorea las almendras tostadas sobre la pizza y sirve caliente.
Esta es una receta de pizza exquisita, espero que te deleites con tu preparación!
Propiedades de los ingredientes de la cobertura
Chocolate
El chocolate, especialmente el chocolate negro con un alto contenido de cacao, es rico en antioxidantes como los flavonoides. Estos compuestos pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y promoviendo una piel saludable. Además contiene compuestos como la feniletilamina y el triptófano, que pueden estimular la liberación de endorfinas y serotonina en el cerebro. Estas sustancias químicas están asociadas con la sensación de felicidad y bienestar, lo que hace que el consumo de chocolate pueda mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
El chocolate negro, en particular, ha sido asociado con una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas. Sus antioxidantes pueden ayudar a mejorar la salud de los vasos sanguíneos, reducir la presión arterial y mejorar el flujo sanguíneo, lo que a su vez puede proteger contra enfermedades cardiovasculares.
Es importante recordar que estos beneficios se obtienen principalmente con el consumo moderado de chocolate, preferiblemente chocolate negro con un alto contenido de cacao. El chocolate con leche y otros tipos de chocolate procesado pueden contener cantidades significativas de azúcar y grasas saturadas, por lo que se debe consumir con moderación como parte de una dieta equilibrada.
Bananas
Las bananas son conocidas por ser una excelente fuente de potasio, un mineral importante para la función muscular, la salud del corazón y el equilibrio de los líquidos en el cuerpo. Contienen fibra dietética, que puede ayudar a mejorar la digestión, promover la saciedad y mantener los niveles de azúcar en la sangre estables.
Además del potasio, las bananas también contienen otras vitaminas y minerales importantes, como la vitamina C, la vitamina B6, el magnesio y el manganeso. Los nutrientes presentes en las bananas, como el potasio y la fibra, pueden ayudar a mantener la salud cardiovascular al reducir la presión arterial y los niveles de colesterol.
Frutillas
Las frutillas son una excelente fuente de vitamina C, un antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, promover la salud de la piel y apoyar la salud cardiovascular. Además, contienen una variedad de antioxidantes, como los flavonoides y los polifenoles, que pueden ayudar a proteger las células del cuerpo del daño causado por los radicales libres.
Los antioxidantes y los compuestos antiinflamatorios presentes en las frutillas pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al mejorar la función arterial y reducir la inflamación. Algunos estudios sugieren que los antioxidantes en las frutillas, como las antocianinas, pueden ayudar a proteger la salud de los ojos y reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular.
